sábado, 1 de diciembre de 2007

Sobre el Amor

¿Cómo, cuándo y dónde tenemos la vivencia del amor?
No podemos amar si jamás hemos recibido amor. El amor es una disposición natural que se desarrolla a lo largo de la vida, pero que tiene un momento de origen. Ese momento se inicia con la concepción y posterior nacimiento de un hijo. El primer amor es el de los padres, pero en particular el de la madre hacia su hijo. Sin el amor de una madre nuestra especie se extinguiría. En ciencias médicas existe una patología, el síndrome de Spitz, donde ha quedado demostrado que un bebé que no recibe cariño muere.
De la disposición natural se pasa a la vivencia. Vivimos algún grado de amor, y eso queda grabado en nuestro ser para siempre, incluso desde antes de ver por primera vez la luz. El devenir de nuestras vidas hará el resto. Ese amor inicial puede disminuir o acrecentarse hasta el mismo día en que abandonamos el mundo, depende del destino de cada cual, pero si existimos, es porque alguien nos amó. De allí parte el secreto del amor a uno mismo. ¿Cómo amarnos a nosotros mismos sin haber tenido la vivencia del amor? No es solo “instinto de conservación”, alguien nos hizo vivir que valemos la pena.
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”. Del amor a uno mismo vivenciado gracias (gratuitamente) a aquellos que nos procrearon, se despliega nuestra vida en la relación con los demás, sintetizada en la “amistad”. La extensión de nuestra familia, origen del amor, son nuestros amigos, nuestro prójimo, que si amamos como a nosotros mismos estamos dispuestos hasta dar la vida por él. En el momento en que esa vida por la que hemos estado dispuestos a ofrendar la nuestra nos abandona en el momento de la muerte, se funden el amor a uno mismo con el amor al ser querido que ha partido. Vivimos la profunda soledad de aquel que tiene que seguir lidiando con su propia vida. Sabemos que ese destino también será fatalmente el nuestro algún día. Nos preguntamos por nosotros mismos y también por aquél que ha partido. ¿Nos volveremos a ver? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Todo se termina con nosotros? ¿Cuál es la verdad? Sólo con Amor alcanzaremos la Verdad. Sobre esa búsqueda hablaremos en la próxima.

jueves, 1 de noviembre de 2007

SOBRE LA LIBERTAD, LA VERDAD Y EL AMOR

¿Qué es lo esencial del hombre? ¿El alma, la razón, la voluntad? Sí ¿Pero dónde toman cuerpo estos elementos esenciales? En la Libertad.
Nuestra esencia es la Libertad, su ejercicio, su manifestación. Podemos y debemos decidir qué hacer con nuestras vidas en cada momento y aunque estemos encadenados es mucho más difícil sujetar nuestras ideas y creencias, desde donde surgen las acciones donde se objetiva la libertad.
¿Qué nos hace libres? Si lo más difícil de sujetar son nuestras ideas y creencias, allí se encuentra el último rincón de la Libertad. Nuestras ideas y sentidos nos permiten conocer. Cuando conocemos decimos que algo es Verdad. La Verdad nos hace Libres.
La Verdad no se demuestra. La Verdad simplifica el Mundo, no lo complica. Por eso la Unica Verdad es la Realidad.
¿Cómo llegamos a la Realidad? A través de nuestras ideas y sentidos. ¿Pero cómo sabemos que éstos no nos engañan? Una forma es a partir de los demás, para llegar a esa construcción común que es el Sentido Común. Para tener en cuenta a los demás, tenemos que Amar. No hay amor más grande que dar la vida por un amigo. El amor a los demás como a uno mismo, nos lleva a la Realidad y a la Verdad.
¿De dónde surge el Amor? Lo podemos ver patente, misterioso y culminante en dos momentos puntuales. En el nacimiento y en la muerte. De allí emergen dos preguntas: ¿Quién nos creó? ¿Qué pasa después de la Muerte? Pero esto lo dejamos para la próxima. Y queda otra pregunta por hacerse: ¿Y si los demás a los que amo y con los cuales podría conocer la realidad, también están engañados? ¿Qué es la Realidad? ¿No hay Verdad?